Etimológicamente, procede de la unión de dos palabras: una, la voz griega "κιροσ" o sea "quiros" que significa manos, y la otra "masaje"; así quiromasaje significa literalmente masaje con las manos, diferenciándose de esta manera del aplicado mediante instrumentos electro-mecánicos.
El masaje es por tanto un arte y una ciencia. Es una técnica viva y por ello en constante cambio y adaptación.
Es una técnica que proporciona relajación, favorece el sueño, hasta incluso alivia o elimina dolencias concretas del cuerpo y del organismo. Además cabe señalar la gran importancia de la aplicación de aceites y cremas a la hora de realizar los masajes, ya que éstos facilitan el recorrido de las manos en el cuerpo del paciente y aportan propiedades beneficiosas para la piel.
